Carolina nació en Egipto, de padre sefaradí-italiano y madre griega. Ambos padres nacieron en Egipto, ahí vivieron y se casaron en Haret el Yahoudi, el barrio de los judíos del Cairo. La familia era feliz, habían alcanzado una buena y estable situación social. El padre logró la primera agencia de negocios de la firma Philips y la madre era la estetista particular de altas personalidades egipcias.
En Noviembre de consecuencia de la expedición francesa-inglesa-israelí, acontece una catástrofe, trama central del libro: Léon, el padre, fue tomado prisionero, detenido en la cárcel y después de unas semanas, Carolina , que en esa época no alcanzaba los 10 años de edad, fueron expulsados con el resto de la familia en condiciones dramáticas.
En la tercera parte del libro describe la acogida y reconstrucción progresiva de sus vidas en Italia.
Carolina Delburgo recuerda “un éxodo olvidado, poco conocido y envuelto en el silencio”. Un éxodo que ha afectado a casi todas la comunidades judias existentes en el mundo árabe. Su testimonio particular puede incluirse, por lo tanto, en esta tragedia colectiva. La autora presenta a su familia dibujando su progreso social, empezando por los abuelos y terminando por sus propios padres.
Desde el barrio judío, la familia se translada a un elegante barrio residencial en la ciudad del Cairo con vista al río Nilo. Hasta los 10 años asiste al Liceo Francés en Bab el Louk. Sus compañeros de escuela pertenecían a nacionalidades y confesiones religiosas distintas, y sin embargo todo el mundo se sentía autóctono.
Una vida tranquila que perdura hasta 1956 cuando Nasser solicita a los Estados Unidos el financiamiento del dique en Assuan. Este pedido es rechazado.
Muy pronto Nasser declaró la nacionalización del Canal de Suez y eso implicó por consecuencia, el bloqueo para acceder al Mar Rojo de barcos israelíes, así como la expropiación de importantes ganancias a Francia e Inglaterra.
De repente los israelíes, en un movimiento relámpago, ocupan la zona del Sinai, mientras Francia e Inglaterra ocupan el Canal de Suez. Mas tarde, los tres se retiraron bajo la orden de las Naciones Unidas.
A finales del mes de Octubre de 1956, las medidas de represalia de Egipto se revelaron en forma inmediata: detuvieron a muchos ciudadanos ingleses, franceses y judíos de todas las etnias y nacionalidades, confiscaron sus propiedades y fueron expulsados sin medios para sobrevivir.
Qué le pasó a la familia Delburgo? El precio que pagó fue muy alto, al igual que las demás familias judías en Egipto.
Una mañana , Carolina no fue despertada por su mamá para ir a la escuela como siempre. Abriendo los ojos se da cuenta que en la casa hay una enorme confusión. Muchas amigas de su madre van y vienen de manera insólita, la atmósfera en la casa está enrarecida y las personas confabulan en voz baja. Ante la insistencia de Carolina queriendo saber qué era lo que estaba pasando, Annette, su madre, no quiere dar explicaciones: “Cállate!” le ordena “Estas son cosas de adultos!” . Y Carolina se calla.
Después de varias semanas ya no ve a su padre, que en realidad había desaparecido. Teniendo sólo 10 años, sus alarmantes presentimientos se hacían realidad y entendía el por qué de tanto misterio.
Solamente con el tiempo alcanzaría a entender y reconstruirá estos eventos: una noche, mientras Carolina dormía en su cama, la policia entró con una orden de allanamiento. Los guardias no pudieron encontrar nada sospechoso y llevaron preso tanto a Léon, padre de Carolina, como a Sara, cuñada y socia de negocios de Léon.
No regresaron a sus casas durante un largo tiempo. Los detuvieron y los acusaron de complicidad con Israel, especialmente a Léon que tenía la costumbre de ir a pescar en el Mar Rojo, cerca de la frontera con Israel.
Unas semanas más tarde, el cónsul italiano informó a la madre de Carolina que la familia no tenía nada más que tres semanas para liquidar sus negocios y por fin salir para siempre de Egipto, por ser ciudadanos italianos.
Apresuradamente se prepararon y fueron llevados al puerto de Alexandria, “como ladrones en la noche”.
Carolina trata de describir el miedo que sintió en ese momento, el trauma sufrido no sólo por su familia, sino también el sentimiento de angustia de las familias que nunca pudieron abandonar Egipto y que se vieron obligados a salir para buscar refugio en cualquier otra parte del mundo, ignorando cuál sería su futuro.
Transportados en colectivos durante toda la noche, la familia Delburgo llegó a la aduana de Alexandría. Había sido una jornada interminable, los controles tensionantes, todas las maletas desordenadas, todo tirado en el piso. Sólo durante el amanecer se permitió a los expulsados subir al barco griego “Achilleos”.
Carolina cuenta un episodio muy conmovedor: todos los viejos, las mujeres y los niños se encontraron en la cubierta del barco viendo alejarse de ellos la costa egipcia.
De repente un gran ruido estalló en la bodega del barco. Se abrieron las puertas, se escucharon exclamaciones, gritos y seguidamente felicidad y trastorno. Las familias se reunieron, volviéndose locas por la felicidad y por la emocion de abrazar nuevamente a quiénes creian desaparedidos para siempre. De la bodega salieron todos los hombres presos, encarcelados y entre ellos el padre, Léon Delburgo: el encuentro feliz que toda la familia habia estado esperando!.
El barco llega finalmente a las costas del Sur de Italia, en el puerto de Brindisi. Carolina dice a su Padre que está hambrienta. Léon, aunque no tenía mucho dinero en el bolsillo, entra en la cafetería y pide una taza de leche y un croissant, sólo para Carolina. En seguida, el propietario se da cuenta de la situación y sabiendo que eran refugiados recién desembarcados rechaza el dinero de Léon, así como el de los demás que entraron para comer en su cafetería. El gesto de bontad del propietario de la cafeteria, conmovio' produndamente a Léon, que sin decir una palabra, le miro' y estallo' en llanto."
Así se revela la hermosa solidaridad del pobre pueblo italiano del Sur, pueblo que todavía tenía bien presente el recuerdo de la pobreza que la guerra le había dejado.
Los refugiados de Egipto fueron enviados a austeros cobertizos de estilo militar: en un pinar del campo de acogida llamado “Bocca di Puglia”.
Carolina ha sido profundamente y positivamente influenciada por la estancia en aquel campo. Los niños refugiados aprendieron los primeros rudimentos del idioma italiano con los hijos del responsable del campo: él organizó una cálida y acogedora fiesta para festejar
Después de unas semanas, los refugiados del campo se marcharon y se dispersaron en el mundo, dejando lugar a nuevos refugiados egipcios.
En dos meses solamente, el Padre de Carolina consiguió un trabajo en Nápoles. Entonces la familia volvió a reunirse y entre mil problemas y vicisitudes empezaron una nueva vida.
En la segunda parte del libro, se describe la continuación de la historia.
EPÍLOGO Y REGRESO AL PASADO
Carolina-niña se hizo adulta, pero siempre anheló visitar nuevamente el campo de “Bocca di Puglia”. A finales del año 2005, Carolina y su esposo fueron invitados a participar en una conferencia en la región de Puglia. Era la oportunidad para re-descubrir “su” campo “Bocca di Puglia”, que representaba su segundo nacimiento en Italia.
Una vez que llegó a Brindisi, Carolina pidió información en la capitanería del puerto y descubre que el campo todavía existe. Acercándose al campo, que en la actualidad estaba cercado por alambre de púa, se entera que la entrada está prohibida.
Explica entonces su historia a la policía municipal y cuál es la razón por la que quiere visitarlo: comparte su emoción con los guardias que la estaban escuchando, de tal manera que logra el permiso para ingresar.
Carolina pidió entrar sola, dejando a su esposo y a los guardias esperando afuera.
En ese instante fecundo su emoción llegó al punto mas alto. Cerrando los ojos volvió a vivir todos los recuerdos de 1956, los gritos de los niños, la vida, los juegos, los olores....la emoción es verdaderamente fuerte y Carolina empieza a llorar.
Se entera que en el plano regulador de la pequeña ciudad, se va a eliminar la existencia de “su campo”, entonces Carolina toma la decisión de escribir una carta al Alcalde de Brindisi, explicándole con gran emoción lo que ese campo representaba para ella y para todos los refugiados que habían llegado, como ella y después de ella, de Egipto a Italia. Haciéndolo desaparecer, habría, de alguna manera, borrado la historia de la población local que en épocas remotas había sustentado, ayudado e impulsado a los expulsados egipcios.
La carta se envió en Febrero del 2006.
Tras ocho meses, en una tarde de Octubre, llegó una sorpresa hermosa: Carolina habia sido contactada por del Alcalde de Brindisi! El Ayuntamiento de la ciudad, las autoridades culturales de la región de Puglia, habían tomado la decisión de organizar una gran ceremonia para conmemorar la llegada del barco “Achillèos” empleado para transportar a refugiados judios desde Egipto.
El día de la ceremonia se iba a revivir la escena de la llegada del barco, 50 años después, el 29 de Noviembre del 2006.
La celebración fue grandiosa: muchas personalidades estaban presentes y, entre ellos, también representantes de las instituciones judias italianas.
Se cubrió la ciudad de afiches. Un bajorelieve en memoria de los expulsados judíos en 1956 fue colocado cerca del campo “Bocca di Puglia” y Carolina fue entrevistada por la prensa durante todo el evento.
Carolina también ha incluído en su libro unos papeles que comprueban su historia particular:
- 1.Una investigacion del Prof. Ilios Yannakakis, histórico de la Sorbonne, sobre los judíos egipcios a partir del comienzo de 1800 con los Mamelucos, hasta mediados del 1900.
- 2.Una investigación del Prof. Fabio Lelli, historico del Salento (Sur de la región de Puglia), sobre el Hebraismo en la región que los acogió.
- 3.Un estudio del Prof. Schmuel Trigano de Paris-Nanterre sobre la expulsión y discriminación de los judíos en los países árabes entre los años 1920-1960.
- 4.Papeles inéditos del Archivo del Estado de la ciudad de Brindisi, y la lista de los refugiados que llegaron desde Egipto, desembarcaron en Brindisi y luego en Venecia, la composición de los núcleos familiares, el mapa de la acogida, los gastos soportados por el Ayuntamiento al frente de nuestra estancia.
En internet, hay un sitio en recuerdo de la colocacion del bajorelieve
Brindisi coloca un bajorelieve en memoria de los expulsados judios en el 1956
http://jewishrefugees.blogspot.com/2009/06/moving-story-behind-brindisi-refugee.html
Este es el sitio que cuenta del libro
https://www.cauterium.org/historia.htm
https://www.cauterium.org/historia.htm
|
BAJORRELIEVE IN BRINDISI |
Tranducido por: Elisabetta Ventura y Estela Klainer